top of page
Buscar

Pasado y presenten se funden...

  • Foto del escritor: cintiaanalia1978
    cintiaanalia1978
  • 22 feb 2024
  • 2 Min. de lectura

El ruido de mis pensamientos sigue haciendo eco entre las paredes de silencio… el día continúa gris y lleno de melancolía…


Me pierdo entre estatuas, me dejo llevar por sus gestos y sus miradas. Todo me transporta a un pasado mucho más brillante que este futuro que tengo frente a mis ojos. ¿Por qué será que el pasado siempre es glorioso? ¿Por qué será que siempre recordamos sólo las maravillas de lo vivido? ¿Dónde quedan los dolores? ¿Dónde, la angustia de la existencia?


Entre bóvedas y tumbas me doy cuenta de que realmente nada tiene sentido salvo este aire que respiramos en este momento y estos latidos que sacuden frenéticamente nuestro corazón. La fama y la gloria son tan efímeras como las flores marchitas que descansan sobre las tristes lápidas.


Casi sin darme cuenta me encuentro frente a la bóveda de los Borges. Esta bóveda en donde descansa toda su familia, todo su linaje menos él. Quiso una mano caprichosa que, lejos de todo y de todos, a miles de kilómetros y del otro lado del océano, el escritor encontrara su última morada.





De este lado de la orilla, el pasado del apellido Borges se mezcla y se funde con el pasado de nuestra historia. Aquí descansan los restos de héroes de una época en que todo estaba por hacerse… 


“Dilató su valor sobre los Andes.

Contrastó montañas y ejércitos.

La audacia fue costumbre de su espada.”

(...)

“Ahora es un poco de ceniza y de gloria”


Inscripción Sepulcral

(Para mi bisabuelo el coronel Isidoro Suárez)





 

“Lo dejo en el caballo, en esa hora

crepuscular en que buscó la muerte

que de todas las horas de su suerte

ésta perdure, amarga y vencedora”

(...)

“Esto que lo cercaba, la metralla,

esto que ve, la pampa desmedida,

es lo que vio y oyó toda la vida”

Está en lo cotidiano, en la batalla.”


Alusión a la muerte del Coronel Francisco Borges (1833-1874)

(El Hacedor, 1960)




Un pájaro rompe el silencio en el que estaba hundida mientras leía. La ciudad parece colarse poco a poco a través de las rendijas de la realidad. La ciudad se hace presente con sus motores y sus bocinas y me arrastra, como un malón, a la realidad que me está rodeando. 

Nada de lo que veo se parece a mis pensamientos.

Mi mente estaba en otra época, en  otro paisaje, en otro mundo muy distinto al que ven mis ojos y tocan mis manos…

Allí la pampa se abría frente a mí como un nostálgico abanico. el desierto se derramaba hacia el horizonte infinito y el cielo y la tierra eran una sola cosa, una sola entidad.

Me sentí cautiva… arrasada… arrastrada por las hogueras que la tarde parecía encender en la lejanía.

Fue en ese momento en que recordé el cuento “Historia del Guerrero y la Cautiva”.




 
 
 

Commentaires

Noté 0 étoile sur 5.
Pas encore de note

Ajouter une note
  • Facebook
  • Twitter
  • Instagram

Literargentina

@cyntiana

© 2024 by Literargentina

Proudly created with Wix.com

Contacto

Preguntas

Gracias!

bottom of page